miércoles, 22 de octubre de 2025

Referentes de la Antigüedad

 Los referentes de la antiguedad 

Cuando uno lee sobre los referentes de la Antigüedad, se da cuenta de que estas obras no están tan lejos de lo que hacemos hoy como a veces pensamos. Edificios como el Partenón, el Panteón o incluso Santa Sofía siguen apareciendo en clases, referencias y proyectos porque, aunque fueron construidos hace siglos, todavía funcionan como ejemplos claros de cómo pensar el espacio, la estructura y la experiencia del usuario.


Lo que más me llama la atención es que estas obras no buscaban ser complicadas por gusto. Todo tenía una razón. Las proporciones, la forma en que se organizaban los espacios y hasta cómo entraba la luz respondían a ideas muy claras sobre orden, equilibrio y significado. Como estudiante, eso me hace pensar que muchas veces nos enfocamos demasiado en la forma final y se nos olvida que la arquitectura empieza con una idea bien pensada.


También me parece brutal cómo, con los recursos limitados que tenían, lograron soluciones estructurales que todavía hoy impresionan. El Panteón, por ejemplo, con esa cúpula enorme y el óculo, demuestra que la arquitectura no es solo construir, sino crear sensaciones. La luz, el vacío y la escala hacen que el espacio se sienta casi espiritual, y eso es algo que uno quisiera lograr en sus propios proyectos, aunque sea a otra escala.


Al final, estudiar estos referentes no se siente como mirar algo viejo, sino como aprender de gente que ya resolvió muchos de los problemas que seguimos enfrentando. No se trata de copiar columnas o estilos, sino de entender los principios detrás de esas decisiones. Para mí, la arquitectura de la Antigüedad sirve como recordatorio de que un buen diseño no depende del tiempo en que se haga, sino de qué tan bien conecta con las personas y con el lugar.

miércoles, 15 de octubre de 2025

Bramante

 


Bramante ocupa un lugar importante dentro de la arquitectura del Renacimiento porque logra ordenar ideas clásicas y llevarlas a un nuevo contexto. Su trabajo parte del estudio de la antigüedad, pero no se queda en la copia formal. Usa proporción, simetría y geometría como herramientas para organizar el espacio de manera clara. Esa forma de pensar conecta bien con la formación arquitectónica actual.


El Templete de San Pietro in Montorio resume bien esa manera de proyectar. El edificio presenta una escala reducida, pero transmite solidez y orden. La planta central genera equilibrio. La repetición de columnas define ritmo. Cada decisión responde a una lógica espacial concreta. El resultado muestra cómo una idea precisa sostiene todo el proyecto sin necesidad de complejidad visual.


La obra de Bramante también refleja una preocupación constante por el orden espacial. Sus propuestas buscan claridad desde la planta hasta el volumen. Esa visión aparece con fuerza en su planteamiento inicial para la Basílica de San Pedro. La organización central y el dominio de la cúpula marcan una intención clara. El espacio se concibe como una unidad coherente, pensada desde la experiencia y no solo desde la forma exterior.


El estudio de Bramante ayuda a entender cómo la historia sirve como base para proyectar. Su arquitectura demuestra que conocer referentes antiguos permite tomar mejores decisiones en el presente. El valor principal no está en repetir estilos, sino en comprender principios y aplicarlos con criterio. Esa lectura resulta útil dentro del proceso de aprendizaje arquitectónico.

viernes, 10 de octubre de 2025

Acropolis


 Al leer sobre los referentes de la Antigüedad y pensar en lugares como el Partenón o la Acrópolis, me doy cuenta de que la arquitectura antigua no es simplemente algo viejo, sino una base viva de todo lo que hacemos hoy. Es increíble cómo, hace miles de años, culturas como la griega y la romana encontraron soluciones a problemas espaciales, estructurales y estéticos que siguen ocurriendo.  


Los templos griegos no son solo piedras amontonadas, representan una búsqueda de armonía, proporción y equilibrio. Es fascinante cómo los órdenes clásicos no solo fueron estilos decorativos, sino sistemas que respondían a una lógica profunda de forma y función, y que sirvieron para estructurar edificios con sentido y ritmo.  


Como estudiante, me detengo a pensar en cómo estos referentes nos enseñan que la arquitectura no es solo técnica. Es también cultura, filosofía y forma de relacionarnos con lo sagrado, lo público y lo que vivimos todos los días. Por ejemplo los romanos, llevaron estas ideas más allá con estructuras como arcos y bóvedas, y materiales como el concreto, que les permitió experimentar con espacios más grandes y complejos.  


Lo que más me inspira es que estos edificios no solo están ahí y ya, son puntos de partida, son reconocidos e inspiración. Cada columna, proporción o planta nos invita a pensar en cómo podemos reinterpretar esos principios para los retos de hoy, desde la sostenibilidad hasta la identidad cultural en el espacio urbano.


En resumen, estudiar los referentes de la Antigüedad me recuerda que la buena arquitectura siempre dialoga con el pasado, no para copiarlo literalmente, sino para comprender principios universales: la relación entre estructura y luz, entre volumen y vacío, y entre función y significado, etc. Ese diálogo, hace que cada proyecto tenga sentido técnico y humano.

viernes, 3 de octubre de 2025

Donde la luz toca lo eterno


 El Panteón de Roma es una de esas obras que logran detener el tiempo. Aunque fue construido hace casi dos mil años, sigue sorprendiendo por su presencia y por la manera en que conecta. Desde afuera, su fachada clásica, y la gran importancia de luz que lleva .

 En el Panteón, la altura desde el suelo hasta el óculo es la misma que el diámetro. Esa equivalencia tiene una intención clara de equilibrio, de armonía. Esto presenta un elemento de simetria que se recorte atraves de sus estructura. Este ejemplo de simetria nos da una idea que aparte de la grandeza que presenta es un elemento escencial.

La luz es el centeo del Panteón. Ese óculo de nueve metros de diámetro no es solo una abertura; transforma el espacio con su paso. A lo largo del día, el rayo solar recorre el interior y convierte el edificio en un escenario cambiante donde el tiempo mismo se vuelve parte de la arquitectura. La luz, materia y forma hace que quien entra no solo vea el espacio, sino que lo viva. Tambien es importante mencionar que el contexto espiritual q este representa ya que servia de templo, el cual enlaza mas su relacion con la presencia de su luz


Con el paso de los siglos, el Panteón ha demostrado que una obra puede cambiar de función sin perder su esencia. Transformado en iglesia cristiana, conservó su poder simbólico y su sentido de trascendencia. Su influencia se extiende más allá de su época. Lo que lo hace verdaderamente eterno no es solo su técnica o su forma, sino su capacidad de emocionar. 




Reseñando blogs

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